
Seguramente el partido jugado por la selección argentina ante Brasil este martes por eliminatorias al Mundial 2026 será un recuerdo imborrable más allá del resultado debido al juego en equipo que presentó el conjunto local.
Para indagar en esas características desde un plano fuera de la táctica del campo de juego y más respecto a la mente del atleta, consultamos al psicólogo clínico y deportivo Diego Mc Guire.
El especialista destacó que “particularmente yo separo lo que es lo psicológico de lo emocional” y añadió que “un aspecto son las cogniciones (pensamientos de las personas) y otra son las emociones de las mismas. Ambas están y hacen al rendimiento de un deportista”.
Mc Guire explicó a NA.NET que “tener fortaleza mental es estar bien focalizado en el estímulo relevante del deportista: el buen rendimiento y lo que se propone hacer para lograr ese buen rendimiento tanto en ataque como en defensa. A esto le sumamos gestionar de una forma adecuada las emociones, no hay emociones negativas, todas las emociones, bien gestionadas, bien utilizadas para un mejor rendimiento, las convierte siempre en emociones positivas”.
Mc Guire trabaja básicamente con deportistas profesionales del polo, básquet y fútbol y es además coach en neuro entrenamiento deportivo.
“El enojo bien utilizado es positivo, si no miremos lo que generaron las declaraciones de los jugadores brasileños en el rendimiento de los jugadores argentinos” puntualizó el profesional.
“Además de que a esas declaraciones no se les dio la relevancia que se buscaba, nuestra selección pudo focalizar la atención y concentración en lo que se propusieron para ejecutar y lo hicieron tal como lo planeó el cuerpo técnico”.
Señaló además el psicólogo que “nuestro seleccionado mostró cohesión psíquica y emocional, el ejemplo claro resulta ante el gol de Brasil; donde siguió apoyando al jugador que tuvo la desafortunada acción”.
Mac Guire dijo que “se mostró confianza, de lo que como equipo se es capaz y creen poder ejecutar. Compromiso para consigo mismo y para con el compañero, donde uno es mejor jugador, gracias a jugar en equipo”.
Añadió entre otros aspectos que “hubo comunicación eficaz desde lo verbal y no verbal, apuntando a generar buenos estados emocionales y cognitivos al servicio de un buen rendimiento”. Por último hizo hincapié en que “se vio una selección coherente, con contenido, humildes, que lo que son fuera del campo de juego, también lo son dentro, un plantel que tiene claro lo que quiere en el pensar, en el sentir y en el hacer”, concluyó Mc Guire.