21/05/2025 - Edición Nº197

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ASTRONOMÍA

35 Años de Descubrimientos: El Legado del Telescopio Hubble

12/05/2025 08:30 | El Telescopio Espacial Hubble, lanzado el 24 de abril de 1990, ha transformado nuestra comprensión del universo durante sus 35 años de operación. Con una visión clara y sin la interferencia de la atmósfera terrestre, el Hubble ha proporcionado imágenes y datos que han revolucionado la astronomía.



Desde la medición de la tasa de expansión del universo hasta la observación de exoplanetas, sus contribuciones son innumerables. Ha desempeñado un papel crucial en la astronomía moderna, permitiendo a los científicos explorar fenómenos cósmicos que antes eran inaccesibles.

Uno de los logros más destacados del Hubble fue la confirmación de que el universo se está expandiendo a un ritmo acelerado. Este descubrimiento llevó a la identificación de la energía oscura, una misteriosa fuerza que compone aproximadamente el 68% del universo. Las imágenes icónicas del Hubble, como las de la Nebulosa del Águila o la Galaxia de Andrómeda, no solo han cautivado al público, sino que también han proporcionado datos valiosos sobre la formación estelar y la dinámica galáctica.

A través de sus ojos, hemos podido observar fenómenos como los agujeros negros, las supernovas y los cúmulos de galaxias. Cada imagen y cada dato recogido por el Hubble han añadido una pieza al vasto rompecabezas del cosmos. Sus observaciones han sido cruciales para entender la evolución de las galaxias y el papel que juegan en la estructura del universo.

A finales de 2021, el Telescopio Espacial James Webb (JWST) fue lanzado al espacio, marcando un nuevo capítulo en la exploración astronómica. Diseñado para observar el universo en longitudes de onda infrarrojas, el Webb complementa y amplía los descubrimientos del Hubble. Mientras que el Hubble ha sido fundamental en la observación de objetos en luz visible y ultravioleta, el Webb permite a los astrónomos ver más allá, penetrando nubes de polvo y gas que ocultan fenómenos estelares. Esta capacidad de observar en el infrarrojo abre nuevas posibilidades para estudiar el cosmos.

Una de las mayores fortalezas del Webb es su capacidad para observar el universo primitivo. Gracias a su diseño avanzado, ha podido captar la luz de las primeras estrellas y galaxias que se formaron después del Big Bang, ofreciendo una ventana al pasado del universo. Este telescopio ha realizado observaciones de exoplanetas, analizando sus atmósferas en busca de componentes que podrían indicar la presencia de vida, un paso crucial en la búsqueda de otros mundos habitables.

Recientemente, el exoplaneta K2-18b ha cobrado relevancia en la comunidad científica debido a los hallazgos realizados por el telescopio Webb. Este planeta, situado a 120 años luz de la Tierra, ha sido objeto de estudio por su potencial para albergar vida. En un estudio reciente, se detectaron dos compuestos químicos en su atmósfera: el sulfuro de dimetilo (DMS) y el disulfuro de dimetilo (DMDS), que en la Tierra son producidos principalmente por organismos vivos, como el fitoplancton y ciertas bacterias [1]. Aunque el descubrimiento ha generado entusiasmo, los científicos advierten que se necesita más investigación para confirmar la existencia de vida en K2-18b, ya que estos compuestos también pueden formarse a través de procesos no biológicos [3].

Desde su lanzamiento, el JWST ha realizado descubrimientos asombrosos. Uno de los más notables fue la observación de galaxias que se formaron solo unos cientos de millones de años después del Big Bang, desafiando las teorías sobre la formación galáctica. Además, ha proporcionado imágenes impresionantes de nebulosas y cúmulos estelares, revelando estructuras y detalles que antes eran invisibles. Estas observaciones no solo enriquecen nuestro conocimiento del universo, sino que también plantean nuevas preguntas sobre su origen y evolución.

El Webb también ha hecho importantes avances en el estudio de exoplanetas. Ha identificado la presencia de agua y otros compuestos en las atmósferas de varios planetas, lo que abre nuevas posibilidades en la búsqueda de vida fuera de nuestro sistema solar. La observación de la atmósfera de WASP-39b, un exoplaneta gigante, ha revelado la presencia de dióxido de carbono en cantidades significativas, proporcionando un nuevo enfoque para estudiar la composición de estos mundos lejanos.

La sinergia entre el Hubble y el Webb es un testimonio del progreso en la exploración espacial. Mientras que el Hubble ha proporcionado una base sólida de conocimientos, el Webb está llevando esta comprensión a nuevas alturas. Juntos, estos telescopios han abierto un nuevo horizonte en la comprensión del universo, desafiando nuestras ideas sobre la formación de galaxias, la naturaleza de la energía oscura y la posibilidad de vida en otros planetas.

El futuro de la astronomía es prometedor. Con el Hubble y el Webb trabajando en conjunto, estamos solo al principio de una era de descubrimientos que seguramente redefinirán nuestra comprensión del cosmos. Las preguntas que surgen en el ámbito de la astronomía son cada vez más complejas y fascinantes, y los avances tecnológicos continúan empujando los límites de lo que es posible.

El legado del Hubble será siempre recordado por sus contribuciones sin precedentes a nuestra comprensión del universo, mientras que el James Webb está destinado a llevar ese legado aún más lejos. Con el tiempo, cada nuevo descubrimiento nos acerca a desentrañar los misterios del cosmos y a entender nuestro lugar en él. La exploración del universo es una aventura que nunca termina, y la combinación de estos dos telescopios emblemáticos promete mantener viva la llama de la curiosidad y el asombro por el vasto e incomprensible universo que nos rodea.