
Tal como había anticipado hace un mes, el Grupo Albanesi formalizó este jueves su entrada en default. Al vencerse el plazo de gracia de 30 días previsto para regularizar atrasos en el pago de intereses, dos de sus principales subsidiarias, Generación Mediterránea (Gemsa) y Central Térmica Roca, confirmaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que no pudieron cumplir con sus compromisos financieros.
"Vencido el plazo de gracia previsto en los términos y condiciones de las Obligaciones Negociables y no habiéndose efectuado el pago de los intereses correspondientes, se ha configurado un Supuesto de Incumplimiento", indicaron ambas empresas en una nota oficial enviada al regulador bursátil.
El incumplimiento corresponde al bono Clase XXXIX, identificado en los mercados por el ticker MR390, con vencimiento en 2031. Se trata de un título que había despertado el interés de los inversores por su tasa del 11% anual en dólares, muy por encima de los rendimientos promedio del sector energético local.
En el mismo comunicado, las subsidiarias del grupo encabezado por Armando Loson detallaron los pasos a seguir. "Hemos iniciado -con la ayuda de nuestros asesores financieros y legales, locales e internacionales- un proceso de reordenamiento financiero. El objetivo final es readecuar la carga de nuestras obligaciones al flujo de caja generado por nuestras operaciones", señalaron.
También anticiparon que están "analizando distintas alternativas para resolver esta situación a la mayor brevedad posible, buscando priorizar la continuidad de su operación y preservar los intereses de sus acreedores".
El Grupo Albanesi, uno de los principales jugadores del sector energético privado, enfrenta una deuda total que supera los u$s1.100 millones (unos $1,41 billones al tipo de cambio oficial actual). De ese total, u$s220 millones son pasivos de corto plazo, lo que añade presión sobre su situación financiera.
Gran parte del endeudamiento fue destinado a proyectos de expansión en generación eléctrica entre 2021 y 2024, algunos de los cuales no lograron concretarse dentro de los plazos previstos ni con el retorno esperado. A eso se sumaron los atrasos en los pagos del Estado: Cammesa, la compañía administradora del mercado eléctrico mayorista, abonó con bonos sin interés ni ajuste por inflación la energía entregada en diciembre de 2023 y enero de 2024, situación que golpeó la liquidez de muchas compañías del sector.
La situación de Albanesi se da en un contexto de fragilidad financiera para muchas firmas del entramado empresarial argentino. Su default se suma a los casos recientes de Celulosa, Red Surcos, Los Grobo y Agrofina, que también enfrentaron dificultades para cumplir con sus acreedores.
Con más de 1.500 MW de capacidad instalada, Albanesi representa alrededor del 6% de la generación eléctrica total del país, y opera centrales en Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Río Negro, Santiago del Estero y Buenos Aires. Su reestructuración será clave para evitar una afectación mayor en la cadena de pagos del sector energético y en la estabilidad de proveedores, bancos y bonistas.