10/06/2025 - Edición Nº217

Nacionales

EDITORIAL DE DOMINGO

La ciencia y las joyas para el reviente

08/06/2025 07:41 | Hoy sin joyas contantes y sonantes, ni siquiera de las berretas; el gobierno de Javier Milei se quiere llevar puesto el mayor capital que puede tener una nación para su desarrollo y relativa independencia: la ciencia del conocimiento.


por Fernando Somoza Especial para NA (*)


Alguna vez un tal Carlos Menem llegó al gobierno con la máscara peronista y a los pocos días de asumir dejó al desnudo su perfil neoliberal en materia política (y el narcisista a nivel social) y de esa manera le puso una bandera de remate al Estado y comenzó a vender “las joyas de la abuela” que le reportaron ingresos e inversiones externas para sobrevivir un proceso que comenzó en 1991 con la convertibilidad, la cual quedó manca en 1995, siguió arrastrándose hasta 1999 y terminó volando por los aires en 2001, otra vez -paradójicamente- con la ayuda del radicalismo.

No vamos a ahondar acerca de este viraje peronista que terminó reventando a las empresas que justamente creara o estatizara el general algunas décadas atrás, ya que nos sumergiríamos en una situación que requeriría del salvataje de un psicólogo antes que un politólogo.

El desbarranque que significó aquel gobierno al que hoy, esta gestión nacional califica como “el mejor de la historia”; sembró de piedras la llegada de Néstor, quien sin embargo tuvo el viento a favor de una economía mundial en crecimiento con la integración de oriente y su requerimiento de proteínas animales y granos para generarlas.

El universo terminó siendo más amigable para los países productores de alimentos y las tecnologías para ello lograron importantes avances que se trasladaron a lo productivo.

Como ocurre casi siempre en nuestro país, las malas experiencias se retoman como si el tropiezo con la misma piedra fuera la regla y no la excepción.

Hoy sin joyas contantes y sonantes, ni siquiera de las berretas; el gobierno de Javier Milei se quiere llevar puesto el mayor capital que puede tener una nación para su desarrollo y relativa independencia: la ciencia del conocimiento.

De esta manera, como quien se ha quedado con la espina clavada por los acontecimientos del gobierno macrista y como simple alcahuete del jefe de Estado odiador de su propio país, Federico Sturzenegger, como ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina, una suerte de exterminador de todo aquello que huela a “público”, la emprende contra organismos como el Conicet, el INTA, Senasa o el INTI, por mencionar unos pocos; cuyos integrantes hoy y siempre la remaron contracorriente haciendo lo posible, en su mayoría, para cumplir ética y dignamente (mucho más que la clase política) para hacer lo que debían hacer, con más pasión que apoyos.

Entidades e investigadores que a partir de sus trabajos fomentaron no sólo el crecimiento de distintas áreas de nuestro país y la región, sino que colmaron de conocimientos a muchas empresas y organizaciones privadas que siquiera hoy, salen en defensa de quienes fueron en realidad sus mentores.

Pero no sólo son los científicos ya formados, sino también los que buscan formación ya que, el desfinanciamiento de las universidades resulta otro golpe artero en perjuicio de uno de los elementos de mayor “valor agregado” para nuestro país como lo es la materia gris y sin la cual, la soberanía es una simple chicana.

Hace unos días, “Eternautas” disfrazados como el personaje de Juan Salvo, realizaron una serie de marchas en distintas ciudades del país y con epicentro en el Polo Científico del barrio porteño de Palermo, se movilizaron en contra del “cientificidio”, la decisión del gobierno nacional de paralizar casi a cero toda la investigación científica del país.

Convocada por la Mesa Federal por la Ciencia y la Tecnología junto con la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología (Raicyt), entre otras organizaciones e instituciones, los científicos leyeron un documento.

“El sistema científico y tecnológico nacional está amenazado hoy como nunca desde la recuperación de la democracia”, indicaba en su discurso la investigadora del instituto Leloir, Andrea Gamarnik. “Nos encontramos en un punto de no retorno: transcurridos ya 17 meses del actual gobierno nacional, el sistema científico padece una situación crítica que costará muchísimo revertir”.

Entre las acciones del gobierno de Javier Milei contra la ciencia nacional que enumeraron, incluyeron la interrupción total desde diciembre de 2023 de las designaciones de las personas que ya habían sido seleccionadas para entrar a la carrera; la virtual desaparición de la Agencia Nacional de Promoción Científica, que constituía el corazón del financiamiento de investigaciones científicas y tecnológicas, además de otros programas que tenía el Ministerio de Ciencia, ahora degradado a Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. Además, se despidieron más de 1500 personas.

Un relato despiadado que muestra de que manera se están liquidando las pocas joyas que quedaban de un país saqueado, dejando un destino más que preocupante.

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