15/07/2025 - Edición Nº252

Nacionales

EDITORIAL DE DOMINGO

¿Es hora de los milagros?

13/07/2025 08:00 | Milei y su hermana, llevan el esoterismo en el ADN y es por ese motivo que no llamó la atención que el presidente visitara la provincia del Chaco, solamente para asistir a la misa que brindó el pastor.


por por Fernando Somoza Especial para NA (*)


El pastor evangélico Jorge Ledesma, al que el presidente Javier Milei visitó en el Chaco, no tuvo reparos en decir frente al “fenómeno barrial”, que vio como Dios transformó 100.000 pesos que tenía en una caja de seguridad en el banco en 100.000 dólares.

La anécdota tiene consonancia con aquellos tiempos de 2023 donde el candidato a presidente Milei, decía que dolarizaría la economía argentina y por eso muchos trabajadores que cobraban 100.000 pesos estaban convencidos de que con el proyecto libertario pasarían a cobrar 100.000 dólares.

Al fin y al cabo la dolarización no ocurrió, pero no fue por eso que los inocentes trabajadores perdieron de percibir sus dólares del sueldo; sino porque estamos transitando una era política en la cual, luego del desencantamiento que padecemos desde hace cuatro décadas por la degradación de la dirigencia política, ahora nos terminamos comiendo todas las curvas como si fuéramos pilotos suicidas ¿Y si lo somos?

Tal como afirmaba el diario El País, el “apóstol Ledesma”, como se hace llamar, fundó en 1994 la Iglesia Cristiana Internacional.

En 30 años, la convirtió en un gigante con 50.000 fieles, ramificaciones en más de 40 países y aceitados vínculos con el poder, sobre todo el provincial.

Ledesma supo tener una relación muy estrecha con el gobernador peronista Jorge “Coqui” Capitanich y luego con su sucesor, el radical Leandro Zdero.

Ledesma también ha sido testigo de otros milagros, como el de transformar un anillo de plástico en uno de brillantes y otros más vulgares como hacer caminar a fieles que iban en muleta o que recupere la vista un ciego.

Milei y su hermana, llevan el esoterismo en el ADN y es por ese motivo que no llamó la atención que el presidente visitara la provincia del Chaco, solamente para asistir a la misa que brindó el pastor.

Por otra parte, el presidente de la Nación atravesó la semana que pasó uno de los peores momentos políticos de su gestión, con el levantamiento de los gobernadores provinciales y el “cachetazo” recibido en el Senado Nacional cuyos integrantes le “manosearon” el déficit, aprobando mejoras para jubilados, pensionados y personas con discapacidad. Como si fuera poco, dos mujeres importantes de su entorno como la secretaria de Seguridad, Patricia Bullrich y nada menos que la vicepresidenta, Victoria Villarruel, se cruzaron fuerte en las redes sociales, ese ring patético que han elegido los funcionarios de turno para ventilar sus egos y miserias personales.

Pero volviendo a la cadena de milagros, pensemos que Milei deslumbró a sus electores a partir de sus teorías políticas; dejando de lado sus cuestiones más “raras” por decirlo de algún modo, relacionadas con sus veleidades artísticas, disfraces cosplay y pensamientos mágicos ligados a las religiones.

Sin embargo, después de más de un año y medio de gestión, aquellas teorías políticas parecen no acertar en las verdaderas necesidades de los ciudadanos y sus admiradores de entonces ponen en tela de juicio su real conocimiento del tema.

Es por eso que el mandatario parece haber exacerbado su otra personalidad, acometiendo sin disimulo en cuestiones violentas y expresiones temerarias, alentando a sus fanáticos de modo tal que terminan atentando -hasta ahora de modo virtual- contra la misma democracia.

Resulta preocupante si el presidente de la Nación, con las responsabilidades que ostenta, deja de lado la realidad y el raciocinio y empieza a buscar respuestas en quienes no son más que estafadores de la realidad, que construyen relatos engañosos que ya sabemos muy bien como terminan.

Una vez más un jefe de Estado (Estado al que para colmo éste odia) transita a ciegas con su plan económico una cornisa que, por debajo solo cuenta con más pobreza, desigualdad, violencia y muerte. Y para colmo no hay nadie capaz de animarse a sacarle la venda de los ojos.

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