
El acusado siguió con el engaño: “Salgo de Federación o Concordia (esto te confirmo mañana, están a pocos kms) de ahí a Federal, Entre Ríos, y de ahí a Rafaela, Santa Fe. El próximo viaje sí seguramente sea a Posadas, pero este es solo hasta Rafaela”.
Laurta nunca expuso que su verdadero destino era Córdoba, donde poco después ocurrió el doble femicidio de Luna Giardina y Mariel Zamudio que conmocionó a la provincia.
Para la fiscalía, este intercambio fue fundamental para reconstruir la ruta del viaje del presunto asesino.

La Toyota Corolla de Palacio fue hallada incendiada. (Foto: La semana de Entre Ríos)
El crimen del remisero
Según la causa, esa noche Laurta se subió al auto de Palacio en la terminal de Concordia. Horas después, lo asesinó y descartó el cuerpo en un camino rural de Estación Yeruá, a 11 kilómetros del último registro del celular de la víctima.
Desde ahí, siguió solo hacia Córdoba, usando rutas secundarias para esquivar controles. El 9 de octubre, el Toyota Corolla de Palacio apareció incendiado en Villa Retiro, al norte de la capital cordobesa.
Para entonces, Laurta ya había hecho tareas de inteligencia en el barrio de sus víctimas.
El doble femicidio y la fuga
El 11 de octubre por la mañana, Laurta mató a balazos a Luna Giardina y Mariel Zamudio en su casa de pasaje Chimú 8385, en Villa Serrana.

Luna y Mariel, las víctimas del doble femicidio en Córdoba. (Foto: Facebook - Luna Giardina / El Radar).
Minutos después, tomó un taxi con su hijo de 5 años rumbo a la terminal, donde empezó su huida. Lo detuvieron al día siguiente en un hotel de Gualeguaychú.
En la habitación, la policía encontró la billetera del remisero, una prueba clave para cerrar el círculo de su plan.
La reconstrucción judicial mostró que Laurta planificó cada paso. Según el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, el femicida se entrenó durante 10 días para cruzar el río Uruguay en kayak desde Salto, Uruguay, hasta Concordia, sin dejar rastros.
Se negó a declarar y lanzó una frase inquietante
Este miércoles, Laurta fue llevado a declarar por el crimen de Palacio ante la fiscal Daniela Montangie, pero se negó a hablar.
Al bajar del móvil policial, sorprendió a todos con una frase escalofriante: “Hay que venerarlo, es un mártir”.
En la audiencia, lo imputaron por homicidio criminis causa. Los investigadores confirmaron que Laurta y Palacio ya se conocían de viajes anteriores durante la pandemia.