19/10/2025 - Edición Nº348

Nacionales

EDITORIAL DE DOMINGO

Un presidente en un bazar

07:17 | Lo que queda en claro es que a Milei, para su proyecto, le están sobrando unos 20 millones de argentinos, particularmente aquellos de más de 50, entre los que debiera incluirse.


por por Fernando Somoza Especial para NA (*)


A una semana de lo que ya podría caratularse como un plebiscito para aprobar o no los dos años de gobierno, el presidente Javier Milei, endulzado con las promesas de ayuda trumpista, salió a visitar a sus periodistas amigos —que no entran en la categoría de odiados— y lanzó una multitud de teorías respecto al futuro de la economía argentina que no difieren de las ya expresadas desde que apareció en la televisión y que, como primer mandatario desde hace dos años, parecen no darle el resultado esperado. De lo contrario, no estaría pidiendo ayuda a los mismos dirigentes que hace unos meses despreciaba, como el caso de Mauricio Macri y los líderes de la alianza Provincias Unidas (¿o no tanto?), todo ello para cumplir con sus temporarios aliados extranjeros.

Lo que queda en claro es que a Milei, para su proyecto, le están sobrando unos 20 millones de argentinos, particularmente aquellos de más de 50, entre los que debiera incluirse.

Su aseveración respecto de que “dentro de 40 años seremos potencia mundial” debiera entrar en los récords Guinness de las boludeces (para usar un término bien argento), en momentos en que buena parte del electorado se pregunta si podrá pagar el mínimo del gasto de tarjeta de crédito dentro de una semana, y algunos, el alquiler en 15 días.

La propuesta no está exenta de crueldad cuando vuelve a culpar a los gobiernos anteriores y no hace una mínima autocrítica de sus 700 días de gestión, en los que “el mejor ministro de la historia” se patinó varias decenas de miles de millones de dólares para tener controlado al dólar y, con ello, a la inflación; mientras su pléyade de timberos financieros hacía buenas ganancias y la inflación —siempre la inflación— parece revivir como el Frankenstein que nos acosa sin fin, como un abusador de nuestra economía doméstica.

¿Alcanza con escuchar —otra vez— la frase de que el año que viene “la inflación será cero”, cuando ya lo prometía en campaña y no pudo cumplirlo siendo elegido? Todo a costa de frenar el consumo y, con ello, la actividad comercial e industrial. Ah, pero el déficit…

 

Los entredichos tras la visita que le realizó al presidente de los EE. UU. respecto de la ayuda financiera prodigada terminaron por asemejarse a una extorsión lisa y llana, que seguramente los ciudadanos podrán escudriñar con vistas al próximo domingo.

Hoy el presidente sostiene un relato repetido en el tiempo que, precisamente por ese mismo motivo, resulta por demás falaz frente a los datos del día. Tal vez por eso la respuesta de los mercados y del círculo rojo no ha sido la esperada, y el 26 O se ha transformado en una fecha clave para tener al menos una mínima idea de lo que se avecina, a sabiendas de que no puede resultar nada bueno que alivie el sufrimiento de hombres y mujeres comunes, tanto de aquellos que vislumbraron a un probable dirigente mentiroso como de quienes, tras conocerlo, se vieron defraudados en su confianza.

En su blog, el psicólogo estadounidense Paul Ekman se pregunta: ¿Son los políticos psicópatas o mentirosos naturales?

Y su respuesta no puede ser menos que reflexiva al afirmar: “Es tentador acusar a cualquier enemigo político que se sepa que ha mentido de tener una personalidad antisocial y psicopática. Si bien no tengo pruebas que cuestionen que eso sea cierto en ninguno o todos los casos, desconfío mucho de tales sentencias. Así como Nixon es un héroe o un villano dependiendo de la política de cada uno, también los líderes extranjeros pueden parecer psicópatas o astutos dependiendo de si sus mentiras promueven o no los propios valores individuales. Diré, sin embargo, que sospecho que es raro que un psicópata pueda sobrevivir en estructuras burocráticas el tiempo suficiente para alcanzar una posición de liderazgo nacional sin flaquear antes de ser atrapado o expulsado del cargo”.

(*) [email protected]